El Buscador de Recetas

4 diciembre, 2010

Hambrunas en la Baja Edad Media

Filed under: Sin categoría — Etiquetas: — Nacho @ 1:58

Hubo épocas de grandes hambrunas durante la Edad Media. En ocasiones estaban causadas por los humanos. Por ejemplo, por los vikingos, que arrasaban con todo. Otras veces era por causas naturales: el ergotismo en el valle del Rin, provocado por un hongo que afecta con facilidad al centeno (y del que se puede extraer LSD). El cocinar los alimentos no basta para eliminar los hongos, y su ingesta produce dolores, gangrena, delirios, inflamaciones cutáneas y la muerte.

En el sur hubo quince plagas entre los años 541 y 750, algunas de ellas terribles. En este tiempo también se dieron la invasión árabe de la Península Ibérica. Trajeron consigo el agracejo, planta apreciada por los hombres por sus propiedades curativas, pero también por el hongo Puccinia graminis, causante de enfermedades para el trigo y otras plantas. Este hongo fue el causante de varias hambrunas graves en la actual España.

En épocas de mucha hambre se llegaba al canibalismo. En zonas aisladas los bandidos capturaban viajeros y vendían su carne, diciendo que era cerdo, carnero (a veces “carnero de dos patas”, que era el nombre macabro que le ponían los chinos a esta carne). El canibalismo continuó en Silesia, Polonia y la Bohemia hasta el final del Medievo, hecho que ayuda a explicar las leyendas de hombres lobos y vampiros.

Referencia: Tannahill, Reay (1988). Food in History. Three Rivers Press. ISBN 0517884046.
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10 noviembre, 2010

La Hambruna Irlandesa de la Patata de 1845

Filed under: Era industrial — Etiquetas: , , — Nacho @ 16:26
IRISH FAMINE REMEMBERED

Estatuas conmemorativas de la Gran Hambruna en Dublín – by infomatique

Durante la Revolución Industrial la patata había sido el sustento de la clase baja. Era un cultivo especialmente agradecido, por varias razones:

  • Durante la guerra, el paso de los ejércitos no arruinaba la cosecha.
  • En invierno permanecía oculta y resguardada incluso del fuego.
  • Un pequeño patatal podía alimentar a una familia, una vaca y un cerdo.

En Irlanda, la dependencia de la patata era especialmente grande.  Sin embargo, en 1845 ocurrió la catástrofe: las plantas empezaron a enfermar. Se marchitaban y pudrían para desesperación de los campesinos. La pérdida de sus cosechas significó que no tendrían semillas para plantar al año siguiente. Se comieron a las vcas y los cerdos, porque no había con qué alimentarlos, y dejaron de pagar las rentas, lo que desembocaba en la expulsión por parte del terrateniente.

A la hambruna pronto le acompañó el escorbuto, a causa de la falta de vitamina C que aportaban las patatas, y pérdidas de visión por la falta de vitaminas A y B7 que antes aportaba la leche de la vaca que se habían comido. Murieron entre 2.500.000 y 2.000.000 irlandeses. Muchos otros emigraron a Inglaterra y los Estados Unidos. Mientras que en 1845 emigraban anualmente de Irlanda 60.000 personas, para 1847 ya eran 200.000 los que abandonaban su país cada año.

Esta hambruna marcó un antes y un después en la historia de Irlanda, que aún no ha alcanzado los niveles de población que tenía antes de la hambruna. Además, fue una de las mechas que encendieron el nacionalismo irlandés: Los irlandeses pidieron que el Gobierno Británico les apoyase en estos momentos, aportando dinero para hacer obras públicas y así generar empleo, detener la destilación del grano destinado a bebidas alcohólicas y usarlo para alimentar a la población, abrir los puertos para que se pudiese importar maíz e impedir la exportación de alimentos. Sin embargo, el parlamento británico no hizo gran cosa.

La situación de Irlanda, en pleno apogeo del Imperio Británico, una época de supuesta plenitud, provocó el descontento de los irlandeses con el Imperio, pues veían que a pesar de la catástrofe, se seguía exportando comida irlandesa hacia Inglaterra.

Este suceso quedó  marcado en la historia de Irlanda.

Referencia: Tannahill, Reay (1988). Food in History. Three Rivers Press. ISBN 0517884046.
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